Repudiamos la sistemática agresión que viene sufriendo la dirigente social jujeña Milagro Sala quien en esta última semana sufrió un violento allanamiento en el domicilio donde cumple prisión domiciliaria y donde estaba pasando sus últimos días el esposo de Milagro, el periodista Raúl Noro, quién sufre una enfermedad terminal.
Este allanamiento se da al mismo tiempo que se agravan las amenazas a quienes participaron de las movilizaciones y protestas, que por la capital jujeña circulan camionetas sin patentes con personas encapuchadas en sus cajas, que se realizan allanamientos y detenciones ilegales, sin ordenes judiciales y que muchos/as periodistas son intimidados/as y hasta tienen que esconderse.
Lejos de amedrentarse la sociedad jujeña ha dicho NO a la prepotencia de Morales y su reforma, por lo que continúan los cortes de ruta de las comunidades indígenas que van sumando apoyos y de los docentes que no aceptaron la propuesta del gobernador. Nuestro apoyo a todos/as ellos/as.
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